12 nov 2013

Apuesta por la intrascendencia de la vida.


      ¿Por qué privarme de toda sensación esté o no circunscrita a la falsa moral religiosa? espejo de perfidia –Respondió- ¿Por qué? Si en fin éste mundo es algo efímero según el execrable dogma que te apresa, amor mío.

          Somos una transición, un simple paso más en el camino hacia Dios, un estado temporal en algo que no es nada más que un peldaño para intentar alcanzar una metafórica cima sustancial. Si nuestra existencia aquí no es absoluta, sino pasajera, también nuestros actos al devenir de nosotros que no somos perennes lo son; así como aquello imperfecto no puede crear perfección, o lo que no existe de poder crear imposibilitado se encuentra, o mejor dicho no se encuentra, de en lo eterno derivar lo efímero se encuentra imposibilitado. 

          Infiriéndose así que toda obra dispuesta por el hombre en un mundo efímero; pero que está destinado a un devenir eterno a través de la acción externa de un Dios metafísico no puede ser tomada en cuenta para evaluar un destino final no sujeto a fin, puesto que sería como si el hombre mandase en el Hado Empírico. Así que ateniéndonos a tus arcaicas creencias, reprimenda eterna esperar no debo, puesto que las faltas cometidas en ésta tierra, solo son parte de un estado pasajero hacia la eternidad inconmensurable. 



       Extracto del Arte de la Compasión - 2011

No hay comentarios:

Publicar un comentario